Bienvenidos al blog de la "Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno" de Villanueva del Duque.
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jueves, 28 de abril de 2011

JUEVES SANTO

Era la mañana del Jueves Santo, cuando un grupo de personas de la Hermandad, nos dispusimos a trabajar para que todo estuviera listo para nuestra Estación de Penitencia.


Con toda la ilusión y la fe, empezamos a preparar el nuevo Paso, aun sin terminar, para Procesionar al Nazareno por las calles de Villanueva del Duque; se montaron los nuevos y majestuosos Faroles del Trono, donados por una de nuestras hermanas, se pusieron los faldones confeccionados por un grupo de hermanas de manera altruista, se colocó el adorno floral, y como no, la imagen de nuestro titular.



Todo estaba preparado. Junto a nuestro Nazareno, la Santísima Virgen de los Dolores lucia con todo su esplendor.


Esa misma tarde empezó a llover de manera copiosa, con la consiguiente preocupación de todos.


Se consultaron, tantas veces como pudimos, las distintas predicciones meteorológicas y todo indicaba que podíamos salir a la calle en Procesión.


A las 21:30 horas, con el cielo estrellado, decidimos echarnos a la calle, no sin antes acordar recortar algo la estación de penitencia, ya que a partir de las 00:00 horas, la probabilidad de lluvia aumentaba significativamente.


Todo empezó como de costumbre, a golpe de llamador, primera "Levantá", sonaron los acordes del Himno Nacional, interpretada por nuestra Agrupación Musical, seguidamente llegó el turno de los pequeños que se arrancaron con la marcha "Pregonero", mientras los costaleros, con paso firme y suave, les acercaban a su Nazareno.


Entre tanto, las personas que se congregaron en la Plaza de la Iglesia, comentaban en voz baja la belleza del nuevo Paso: "... y eso que está sin terminar, verás el año que viene...".

Llevaríamos procesionando poco más de media hora, cuando comenzó a chispear, y de repente ocurrió lo que nadie quería, una tromba de agua empezó a caer como si nunca hubiera llovido. La procesión se deshizo, los costaleros, por más que querían, no podían ir más deprisa, la Agrupación Musical dejó de tocar para agarrase todos al Paso y así aligerar el peso y poder ir mas rápido, lo mismo les daba que se empaparan, ellos querían que su Nazareno y el paso en general no sufrieran daños, muchos de los penitentes ayudaban cargando los instrumentos de la banda o animaban a los que llevaban el paso para que no flaquearan. Todo fue cuestión de cinco minutos que se nos hicieron eternos.

Cuando nos encontramos de nuevo en la Plaza de la Iglesia, camino de la Casa de Hermandades, uno de nuestros hermanos aparecio a toda prisa con plásticos para tapar el trono. En un abrir y cerrar de ojos, cuatro de los músicos dieron un salto y se situaron al lado de la imagen para cubrir tanto al Nazareno, como el Paso por completo.

Seguía lloviendo, no tan fuerte, pero seguía. Los músicos continuaban ayudando a los costaleros hasta que llegaron a la Casa Municipal de Hermandades, donde dejó de llover.



Una vez resguardados, nos pusimos a bajar la Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno para secarlo inmediatamente, al igual que los faroles y todo el Paso. Mientras tanto, los penitentes se abrazaban a los costaleros llorando, los costaleros a los músicos, los músicos a los penitentes, todos nos temíamos que se hubieran deteriorado los enseres, cuando, de repente, empezó a sonar la marcha "Costalero", que desde la calle y frente al Nazareno interpretó nuestra Agrupación Musical, sacando todo el coraje y fuerza que llevaban dentro, arrancando un emocionado aplauso lleno de sentimiento y orgullo de todos los allí presentes.



No obstante y pese al mal trago, la providencia divina ha querido que de todo lo que se mojó, no se haya estropeado nada.



Desde estas líneas, la Directiva de la Hermandad, quiere agradecer de corazón, la colaboración de todos los hermanos que en la noche del Jueves Santo ayudó en lo acontecido. GRACIAS a los Costaleros por su paso firme sin flaquear en ningún momento pese a la circunstancias. GRACIAS a los Músicos por su comportamiento ejemplar, tanto a la hora de interpretar sus marchas, como a la hora de ponerse todos a una para ayudar a llevar el Paso sin importarle la lluvia, GRACIAS a los penitentes que en todo momento estuvieron con su Nazareno y echando una mano en lo que se precisaba.

Nos sentimos orgullosos de todos ellos, esto es una de las cosas que hace grande a nuestra Hermandad.

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